Jaime Castro Oroztegui (San Cristóbal, Venezuela) es un artista visual cuya práctica se articula en torno al paisaje como construcción simbólica —contenedor y sujeto— y como espacio de contemplación y confrontación. A través de fotografía, video, objetos-esculturas e instalaciones, explora la relación entre el sujeto y su entorno, integrando lo documental, lo pictórico y lo poético en un mismo territorio de reflexión y problematización.

Su interés por el paisaje se remonta a un temprano diálogo con la tradición pictórica europea —en particular con el romanticismo de Caspar David Friedrich y la pintura de Pieter Bruegel el Viejo—, extendido luego hacia referentes latinoamericanos como Manuel Cabré y Pedro Ángel González en Venezuela, o Tarsila do Amaral y Leda Catunda en Brasil. Al mismo tiempo, su mirada se enriquece con aportes de la fotografía contemporánea, especialmente de la Escuela de Düsseldorf, con figuras como Andreas Gursky, Candida Höfer y Thomas Struth, así como de la obra de Rineke Dijkstra.

Estas influencias lo llevaron a pensar la representación del paisaje no solo como registro de la naturaleza, sino como un campo de significación cultural, histórica y subjetiva. Castro ha desarrollado proyectos en Venezuela, Chile, Argentina, Bolivia, Brasil, China, India y Reino Unido, en los que combina observación directa, archivo y reconstrucción visual, produciendo imágenes que interrogan la memoria de los territorios y los vínculos íntimos del cuerpo con el espacio habitado.

Desde sus inicios, su metodología mantiene una impronta derivada de lo escultórico: la imagen concebida como resultado de la adición y la superposición de capas de significación, tiempo, luz y materia. Actualmente vive y trabaja entre Santiago de Chile y Caracas. Su investigación insiste en interrogar el paisaje como documento y metáfora, proponiendo en el espectador una experiencia contemplativa y crítica frente a la relación entre naturaleza, cultura e historia.